¡Sin azúcar y sin horno! Un dulce súper rápido que se derrite en la boca

Hay recetas que sorprenden desde el primer bocado. No solo por su sabor, sino también por lo fácil que resultan de preparar, por lo prácticas que son y por el hecho de que parecen mucho más elaboradas de lo que realmente son. La receta que te traigo hoy pertenece justamente a ese grupo especial de postres que te hacen pensar: “¿Cómo algo tan sencillo puede ser tan delicioso?”.

Este dulce sin azúcar, sin horno y listo en pocos minutos es un verdadero tesoro culinario para quienes buscan alternativas más saludables sin renunciar a un sabor increíble. Es ideal para aquellos que evitan el azúcar refinado, para quienes siguen una dieta más equilibrada o simplemente para cualquiera que adore un capricho dulce sin tener que pasar horas en la cocina.

Además, su textura es una maravilla: suave, cremosa, ligeramente húmeda y con un toque crujiente gracias a las avellanas. Y lo mejor de todo es que se mantiene perfectamente en la nevera, por lo que puedes prepararlo con antelación y disfrutarlo durante la semana.

A continuación te muestro cómo transformar unos pocos ingredientes en un postre que enamora desde el primer segundo.

🍫 ¿Qué hace especial a este dulce sin azúcar?

Lo que vuelve única esta receta es que combina lo mejor de varios mundos:

  • No lleva azúcar añadida, ya que utiliza dátiles para endulzar naturalmente y chocolates sin azúcar para intensificar el sabor.
  • No necesitas horno, algo perfecto para los días calurosos o para quienes no quieren complicarse.
  • Es súper rápido, ya que en menos de 20 minutos tendrás el dulce listo para enfriar.
  • Ingredientes accesibles y fáciles de conseguir, la mayoría ya están en la despensa de cualquier hogar.
  • Textura espectacular, entre blanda, cremosa y con notas crocantes.
  • Muy versátil, permitiendo reemplazar o añadir ingredientes según tus gustos.

Con esta receta, puedes disfrutar de un postre casero sin sentir remordimientos, con un sabor profundo a cacao y una combinación equilibrada entre lo dulce, lo suave y lo crujiente.

📝 Ingredientes

Base del dulce:

  • 150 g de dátiles, remojados en agua fría durante 15 minutos
  • 60 g de galletas sin azúcar o con edulcorante, trituradas
  • 3 cucharadas de cacao en polvo
  • 1 pizca de sal
  • 100 ml de leche (puede ser vegetal)

Para la textura y el sabor:

  • 30 ml de aceite vegetal
  • 60 g de avellanas picadas

Para la cobertura:

  • 60 g de chocolate negro sin azúcar
  • 110 g de chocolate blanco sin azúcar

🥣 Cómo preparar este dulce paso a paso

1. Hidratar los dátiles

El primer paso es esencial para lograr una textura suave y cremosa.
Coloca los dátiles en un recipiente con agua fría durante 15 minutos.
Esto permite que se ablanden, liberen su dulzor natural y se procesen más fácilmente.

Una vez pasado este tiempo, escúrrelos bien.

2. Preparar la base del dulce

En un procesador de alimentos, coloca los dátiles hidratados.
Tritura hasta formar una pasta espesa y homogénea.

Agrega las galletas trituradas, el cacao en polvo, la pizca de sal y los 100 ml de leche.

Vuelve a procesar todo hasta obtener una mezcla uniforme, suave y moldeable.

Si notas que la mezcla queda demasiado seca, añade un poco más de leche.
Si queda muy líquida, puedes agregar más galletas trituradas.

El resultado final debe parecer una masa ligeramente pegajosa pero compacta.

3. Incorporar el aceite y las avellanas

Con la base lista, es momento de darle profundidad a la textura.

Agrega los 30 ml de aceite vegetal y mezcla con una espátula.
El aceite ayuda a suavizar la mezcla, aporta humedad y mejora la estructura final del postre.

Luego incorpora las avellanas picadas.
El toque crocante que aportan es fundamental para ese contraste perfecto entre cremosidad y crujido.

4. Moldear la masa

Forra un pequeño molde rectangular o cuadrado con papel manteca o papel vegetal.
Esto facilitará desmoldar el postre más adelante.

Vierte la mezcla dentro del molde y distribúyela de manera uniforme.
Presiona con una cuchara o con las manos ligeramente húmedas para compactar bien la masa.

Lleva el molde a la nevera mientras preparas la cobertura.

5. Derretir los chocolates

Ahora llega uno de los pasos más divertidos: la cobertura marmoleada.

Derrite por separado el chocolate negro y el chocolate blanco sin azúcar.
Esto lo puedes hacer:

  • en el microondas, en intervalos de 20 segundos, removiendo entre cada uno
  • o al baño maría, controlando que no entre agua

El objetivo es obtener dos chocolates fluidos y brillantes.

6. Crear el efecto marmolado

Saca el molde de la nevera.

Primero vierte el chocolate negro sobre la superficie de la base y distribúyelo sin necesidad de que quede perfecto.

Luego, añade líneas, círculos o puntos de chocolate blanco.

Con un palillo o la punta de un cuchillo, mezcla ligeramente ambos chocolates para formar un efecto marmolado artístico y hermoso.

No remuevas demasiado para que los colores no se mezclen del todo.

7. Refrigerar y cortar

Lleva el dulce nuevamente a la nevera y déjalo enfriar durante al menos 1 hora.

Una vez que esté firme, retira del molde con cuidado y córtalo en cuadrados, barritas o rombos según tu gusto.

Y listo.
Un postre perfecto, de textura cremosa, aroma irresistible a cacao y dulzor natural que se derrite en la boca.

Consejos para personalizar esta receta

Esta preparación es tan noble que admite muchas variantes. Aquí tienes algunas ideas para adaptarla a tu estilo:

✔️ Para una versión vegana

  • Usa leche vegetal (almendras, avena o coco).
  • Elige chocolates sin azúcar aptos para veganos.

✔️ Para una textura aún más cremosa

  • Añade una cucharada de mantequilla de maní o de almendra.

✔️ Para un toque tropical

  • Incorpora coco rallado a la mezcla.

✔️ Para más crocancia

  • Sustituye las avellanas por nueces, almendras o pistachos.

✔️ Para un sabor más intenso

  • Agrega unas gotas de esencia de vainilla o una cucharadita de café soluble al cacao.

🧊 Cómo conservar este dulce

Este postre se conserva perfectamente en la nevera durante una semana completa.

También puedes congelarlo por periodos más largos, hasta dos meses, y descongelarlo antes de servir.

En ambos casos, mantendrá su textura suave y su sabor delicioso.

❤️ Un dulce irresistible y sin remordimientos

No es común encontrar recetas que sean tan rápidas, tan fáciles y tan deliciosas sin recurrir al azúcar tradicional. Este dulce demuestra que la cocina saludable también puede ser indulgente, creativa y absolutamente satisfactoria.

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