Si eres amante de los postres rápidos, caseros y llenos de sabor, este pastel será tu nuevo favorito. No solo es extremadamente fácil de preparar, sino que además tiene una textura suave y esponjosa que prácticamente se derrite en la boca desde el primer bocado. Ideal para cuando tienes invitados inesperados, antojo de algo dulce o simplemente deseas consentirte con un postre casero sin invertir demasiado tiempo en la cocina.
Este pastel es versátil, económico y perfecto para cualquier ocasión: meriendas, celebraciones familiares, cumpleaños improvisados, reuniones con amigos o como acompañante de tu bebida caliente preferida. Su sabor suave combina a la perfección con glaseados, mermeladas, frutas o simplemente con un poco de azúcar glas por encima.
En este artículo te guiaré paso a paso para que logres un resultado espectacular, incluso si eres principiante en la repostería. Además, te compartiré variantes, trucos de cocina y consejos para personalizarlo según tus gustos.
✅ Ingredientes Necesarios
A continuación, encontrarás la lista completa de ingredientes para preparar este delicioso pastel:
- 1 ½ tazas de azúcar granulada
- 3 huevos grandes
- 1 taza (2 barras) de mantequilla sin sal, ablandada
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 2 ½ tazas de harina común de trigo
- 1 cucharada de polvo para hornear
- ½ cucharadita de sal
- 1 taza de leche entera
Tip del chef: Si quieres potenciar el sabor del pastel, puedes sustituir la leche entera por leche evaporada o añadir una cucharada de crema de leche (nata). Esto le dará una textura aún más cremosa y un sabor más rico.
👩🍳 Instrucciones Paso a Paso para un Pastel Perfecto
1. Preparar el horno y el molde
La preparación adecuada es el primer paso para un pastel exitoso.
- Precalienta el horno a 175 °C (350 °F).
- Engrasa y enharina un molde rectangular de 22×33 cm (9×13 pulgadas).
También puedes utilizar dos moldes redondos de 20 cm (8 pulgadas) si deseas hacer un pastel de dos capas.
Engrasar el molde evita que el pastel se pegue, y espolvorear con harina crea una barrera fina que logra un horneado más uniforme y con mejor textura en los bordes.
2. Batir la mantequilla con el azúcar
En un bowl grande, bate la mantequilla ablandada junto con el azúcar granulada hasta obtener una mezcla cremosa, aireada y de color más claro.
Este proceso, llamado cremado, introduce aire en la mezcla y es lo que le dará a tu pastel esa textura ligera y esponjosa.
Consejo: Utiliza una batidora eléctrica durante 3-4 minutos para obtener la consistencia ideal.
3. Incorporar los huevos y la vainilla
- Agrega los huevos uno a uno, batiendo después de cada incorporación para que se integren completamente.
- Añade la vainilla y mezcla nuevamente.
Incorporar los huevos de esta manera evita que la mezcla se corte y garantiza un batido homogéneo, lo que contribuirá a un pastel con mejor textura.
4. Mezclar los ingredientes secos
En un recipiente aparte, combina:
- Harina
- Polvo para hornear
- Sal
Mezcla con una cuchara o batidor manual hasta que todos los ingredientes secos estén integrados. Esto ayuda a que el polvo para hornear se distribuya de manera uniforme, logrando un mejor crecimiento en el horno.
5. Integrar las mezclas
Añade los ingredientes secos a la mezcla húmeda de manera gradual, alternando con la leche. Es decir:
- Agrega una parte de los secos → mezcla
- Agrega leche → mezcla
- Repite hasta terminar
Empieza y termina con la mezcla de harina. Esto evita que la masa quede muy líquida y permite que los ingredientes secos absorban mejor la humedad.
No batas en exceso. Una vez que no veas grumos, detente. Si mezclas demasiado, activarás el gluten de la harina y el pastel puede quedar duro o denso.
6. Hornear
- Vierte la masa en el molde previamente preparado.
- Usa una espátula para distribuirla de forma uniforme.
- Hornea durante 25 a 30 minutos, dependiendo de tu horno.
El pastel estará listo cuando al insertar un palillo en el centro, salga limpio o con unas pocas migas húmedas.
Si tu horno tiene zonas calientes, gira el molde a los 15-20 minutos para asegurar un horneado parejo.
7. Dejar enfriar y servir
Una vez horneado:
- Deja enfriar el pastel dentro del molde 10 minutos.
- Luego desmóldalo con cuidado y colócalo sobre una rejilla para que termine de enfriarse por completo.
Si lo cortas muy caliente, puede romperse o desmoronarse, así que la espera vale la pena.