El pastel de yogur con manzana y arándanos es una de esas recetas que nunca pasan de moda. Sencillo, aromático y con una textura increíblemente tierna, este pastel combina ingredientes cotidianos para crear un postre reconfortante que funciona igual de bien para un desayuno especial, una merienda tranquila o como broche dulce de una comida familiar. Su equilibrio entre dulzor y frescura lo convierte en una opción perfecta para quienes buscan algo casero, sin excesos y con un toque frutal natural.
Lo que hace especial a este pastel es el uso del yogur, que aporta humedad y suavidad sin necesidad de grandes cantidades de mantequilla, junto con la manzana, que se carameliza ligeramente durante el horneado, y los arándanos, que añaden pequeños estallidos de sabor ácido que contrastan maravillosamente con la miga dulce. Es una receta fácil, adaptable y agradecida, ideal tanto para cocineros principiantes como para quienes ya tienen experiencia en la repostería casera.
¿Por qué preparar un pastel de yogur?
Los pasteles elaborados con yogur tienen varias ventajas. En primer lugar, su textura es más suave y húmeda que la de muchos bizcochos tradicionales. El yogur actúa como un ingrediente que equilibra la grasa y el azúcar, manteniendo el pastel tierno durante más tiempo. Además, su sabor neutro permite realzar otros ingredientes, como frutas, especias o esencias, sin dominarlos.
En este caso, el yogur griego natural aporta cremosidad y cuerpo, dando lugar a una miga ligeramente densa, pero muy agradable. Si prefieres un resultado más ligero, puedes optar por yogur natural clásico, manteniendo igualmente un buen nivel de humedad.
Ingredientes sencillos, resultados extraordinarios
Una de las grandes virtudes de este pastel es que se prepara con ingredientes fáciles de encontrar, sin necesidad de técnicas complicadas ni utensilios especiales.
Ingredientes
- 1 taza de yogur griego natural
- 3 huevos grandes
- ¾ taza de azúcar granulada
- ½ taza de aceite vegetal
- 1 ½ tazas de harina de trigo común (para todo uso)
- 2 cucharaditas de polvo para hornear
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 1 manzana mediana, cortada en rodajas finas
- ½ taza de arándanos
- 1 pizca de sal
- Azúcar en polvo para espolvorear (opcional)
Cada ingrediente cumple una función específica: el aceite aporta suavidad, los huevos estructura, el azúcar dulzor equilibrado y las frutas frescura y jugosidad. El resultado es un pastel armonioso y muy agradable al paladar.
Preparación paso a paso
1. Preparar el horno y el molde
Precalienta el horno a 175 °C (350 °F). Forra un molde redondo de aproximadamente 20 cm de diámetro con papel vegetal o engrásalo ligeramente con aceite y espolvorea un poco de harina para evitar que el pastel se pegue.
2. Mezclar los ingredientes líquidos
En un bol grande, añade el yogur, los huevos y el azúcar. Bate con varillas manuales o eléctricas hasta obtener una mezcla suave y ligeramente espumosa. Incorpora el aceite vegetal en forma de hilo mientras continúas mezclando. Añade el extracto de vainilla y remueve hasta integrar por completo.
3. Incorporar los ingredientes secos
Tamiza la harina junto con el polvo para hornear y la pizca de sal. Agrégala poco a poco a la mezcla líquida, removiendo con movimientos envolventes. Es importante no batir en exceso para evitar que el pastel quede compacto.
4. Montaje
Vierte la masa en el molde preparado y alisa suavemente la superficie. Coloca las rodajas de manzana de forma decorativa sobre la masa. Finalmente, reparte los arándanos por encima, presionándolos ligeramente para que se integren y no queden solo en la superficie.
5. Horneado
Introduce el molde en el horno y hornea durante 40 a 45 minutos, o hasta que el pastel esté dorado y firme al tacto. Al insertar un palillo en el centro, este debe salir limpio o con apenas unas migas húmedas.
6. Enfriar y servir
Saca el pastel del horno y déjalo enfriar completamente antes de desmoldar. Una vez frío, puedes espolvorear azúcar en polvo para una presentación más bonita o servirlo tal cual.
Consejos para un pastel perfecto
- No abras el horno antes de tiempo: hacerlo puede hacer que el centro se hunda. Espera al menos 30 minutos antes de comprobar.
- Corte uniforme de la manzana: las rodajas finas garantizan una cocción uniforme y una presentación elegante.
- Arándanos secos: si usas arándanos congelados, no los descongeles previamente; pásalos por un poco de harina para evitar que se hundan demasiado.
Variaciones deliciosas
Una de las mayores ventajas de este pastel es su versatilidad. Puedes adaptarlo fácilmente según tus gustos o la fruta disponible.
- Más aroma: añade ralladura de limón o naranja para un toque cítrico fresco.
- Especias: una pizca de canela, nuez moscada o jengibre realza el sabor de la manzana.
- Otras frutas: sustituye los arándanos por frambuesas, moras o trocitos de durazno. La manzana puede reemplazarse por pera para una versión igual de suave.
- Versión más saludable: reduce el azúcar y usa harina integral parcial para un resultado más rústico.
Ideas para servir
Este pastel es delicioso por sí solo, pero también puede elevarse con pequeños acompañamientos:
- Con crema batida ligeramente endulzada.
- Acompañado de yogur natural o griego para mantener la línea más ligera.
- Tibio, con una bola de helado de vainilla para un postre más especial.
- Frío, directamente del refrigerador, ideal para días calurosos.
Conservación
Guarda el pastel bien cubierto a temperatura ambiente durante 2 días o en el refrigerador hasta 4–5 días. Gracias al yogur y la fruta, conserva su humedad durante más tiempo que otros bizcochos tradicionales.
Conclusión
El pastel de yogur con manzana y arándanos es una receta sencilla que demuestra que no se necesitan ingredientes complicados para lograr un resultado delicioso. Su textura suave, su sabor equilibrado y su facilidad de preparación lo convierten en un básico imprescindible para cualquier amante de la repostería casera. Perfecto para compartir, para consentirte o para acompañar esos momentos tranquilos con una buena taza de café o té.