Pastel de Nube de Yogur: Suave, Esponjoso y Delicioso

Si eres amante de los postres suaves y ligeros, el pastel de nube de yogur es el que debes probar. Este pastel se distingue por su textura esponjosa, casi aérea, que se derrite en la boca, y su sabor delicado, ligeramente dulce y cremoso. Perfecto para desayunos, meriendas, tardes de café o cualquier celebración, es un postre que combina sencillez y elegancia.

Lo mejor de todo es que esta receta no requiere ingredientes complicados ni técnicas difíciles, pero el resultado hará que parezca que pasaste horas en la cocina. Acompáñanos paso a paso y descubre cómo lograr un pastel tan ligero como una nube.

Ingredientes

Para el pastel:

  • 3 huevos (separadas claras y yemas)
  • 100 g de azúcar
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 200 g de yogur natural (puede ser yogur griego o sin azúcar)
  • 150 g de harina de trigo (todo uso)
  • 1 cucharadita de polvo de hornear (levadura química)
  • 1 pizca de sal
  • 50 ml de aceite vegetal o mantequilla derretida

Para la cobertura (opcional):

  • 200 ml de nata para montar (crema de leche)
  • 1-2 cucharadas de azúcar glas (al gusto)
  • Frutas frescas: fresas, frambuesas, moras, arándanos o rodajas de kiwi

Preparación

1. Preparar el molde

Precalienta el horno a 170°C (340°F). Engrasa un molde redondo de 20 cm y cúbrelo con papel pergamino para que el pastel no se pegue. Otra opción es espolvorear un poco de harina sobre el molde después de engrasarlo; esto ayudará a que el pastel se desmolde fácilmente.

Tip profesional: Si quieres un pastel con bordes perfectamente lisos, asegúrate de alisar la mantequilla o aceite sobre toda la superficie del molde antes de poner la harina o el papel.

2. Batir las claras

En un bol grande, bate las claras con una pizca de sal hasta que formen picos firmes. Esto significa que, al levantar el batidor, las claras deben mantenerse sin caerse. La clave de un pastel esponjoso está en este paso: cuanto más aire logres incorporar, más ligero será tu pastel. Reserva las claras mientras preparas la mezcla de yemas.

3. Preparar la mezcla de yemas

En otro bol, bate las yemas con el azúcar hasta que la mezcla se vuelva cremosa y de color amarillo pálido, aproximadamente 3-5 minutos. Agrega el yogur y la esencia de vainilla, mezclando bien hasta que quede una preparación homogénea. Este paso garantiza que el pastel tenga un sabor suave y cremoso, y que la textura sea uniforme.

4. Incorporar los ingredientes secos

Tamiza la harina junto con el polvo de hornear sobre la mezcla de yemas. Esto ayuda a evitar grumos y asegura un pastel más aireado. Añade el aceite o la mantequilla derretida y mezcla con movimientos suaves usando una espátula o batidor manual. Evita batir en exceso; solo necesitas integrar los ingredientes para que la masa quede uniforme.

5. Añadir las claras montadas

Incorpora las claras en tres partes, haciendo movimientos envolventes con una espátula de silicona o cuchara de madera. La técnica envolvente consiste en mover la masa de abajo hacia arriba, girando ligeramente el bol, para no perder el aire que hemos incorporado en las claras. Este paso es crucial para lograr la textura “nube” del pastel.

Tip extra: Si mezclas demasiado rápido o con fuerza, las claras se desinflarán y el pastel perderá esponjosidad. Paciencia y suavidad son clave.

6. Hornear

Vierte la masa en el molde preparado y alisa la superficie con la espátula. Hornea durante 30-40 minutos, o hasta que un palillo insertado en el centro salga limpio. El pastel debe tener un color dorado y estar ligeramente firme al tacto.

Deja enfriar en el molde durante 10 minutos antes de desmoldar, luego colócalo sobre una rejilla para que se enfríe completamente. Esto evita que la base quede húmeda o se rompa al desmoldar.

7. Preparar la cobertura (opcional)

Si deseas un toque extra de dulzura y presentación, bate la nata con el azúcar glas hasta que forme picos suaves. Puedes decorar el pastel con la nata montada y añadir frutas frescas como fresas, moras, frambuesas o incluso rodajas de kiwi. La combinación de la suavidad del pastel con la frescura de las frutas hace que cada bocado sea un verdadero placer.

Idea creativa: También puedes añadir un poco de mermelada de tu fruta favorita sobre la nata para un efecto visual espectacular y un sabor más intenso.

8. Servir y disfrutar

Corta el pastel en porciones y sírvelo acompañado de una taza de café, té o infusión. Su textura ligera y aireada lo hace perfecto para cualquier momento del día. Incluso solo, este pastel es un deleite que se deshace en la boca.

Consejos y variantes

  • Yogur griego: Si eliges yogur griego, el pastel quedará más denso, pero seguirá siendo cremoso y delicioso. Ajusta según tu preferencia de textura.
  • Versión sin lácteos: Sustituye el yogur por alternativas vegetales como yogur de soja, avena o almendra. Puedes usar aceite vegetal en lugar de mantequilla para mantener la ligereza.
  • Endulzantes alternativos: Para una versión más saludable, puedes reemplazar el azúcar por miel, sirope de agave o azúcar de coco.
  • Decoración: Además de frutas frescas, puedes usar cacao en polvo espolvoreado, virutas de chocolate, frutos secos o un chorrito de miel sobre la nata montada.

Por qué amar este pastel

El pastel de nube de yogur no solo es delicioso, sino también versátil. Su preparación sencilla permite experimentar con sabores, añadir frutas, especias como canela o ralladura de limón, o incluso crear versiones mini para fiestas y meriendas. La combinación de yogur y claras batidas hace que este pastel sea ligero, menos empalagoso que otros postres tradicionales, y perfecto para quienes buscan un postre más saludable sin sacrificar sabor.

Además, es un pastel que invita a la creatividad. Puedes doblar la masa con cacao en polvo para una versión de chocolate, añadir trozos de manzana o pera para un toque frutal, o rellenarlo con mermelada y crema chantilly para una celebración especial.

Palabras finales

El pastel de nube de yogur es la definición de simplicidad y elegancia en un postre. Su textura ligera y esponjosa, combinada con un sabor suave y delicado, lo convierte en un favorito instantáneo para toda la familia. No importa si es una mañana cualquiera, una merienda con amigos o un postre para una ocasión especial: este pastel siempre impresiona.

Anímate a prepararlo y descubre cómo un postre tan sencillo puede convertirse en tu nueva delicia favorita. ¡Esponjoso, cremoso y absolutamente irresistible!

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