Bocaditos de salame y ricota listos en 20 minutos: la receta perfecta para sorprender sin esfuerzo

Hay recetas que enamoran por su simplicidad, otras por su sabor, y algunas —como estos bocaditos de salame y ricota— conquistan por ambas cosas. Crujientes por fuera, irresistiblemente suaves por dentro y con un relleno delicioso que mezcla la cremosidad de la ricota con la intensidad del salame, estos pequeños bocados son pura tentación desde el primer mordisco.

Lo mejor es que no requieren técnicas complicadas ni ingredientes difíciles de encontrar. En apenas 20 minutos podés preparar en casa un aperitivo casero, económico y tan sabroso que se vuelve protagonista en cualquier mesa: picadas, meriendas saladas, entradas o reuniones improvisadas.

Si buscabas algo fácil y rendidor para sorprender a tus invitados —o simplemente darte un gusto— esta receta es para vos.

¿Por qué estos bocaditos se vuelven un clásico instantáneo?

Además de ser rápidos, tienen varias ventajas que los convierten en una opción infalible:

  • Son versátiles: podés adaptar el relleno según lo que tengas en la heladera.
  • Tienen una textura perfecta: hojaldre crocante por fuera, corazón suave por dentro.
  • Se preparan con pocos ingredientes: ideales para días con poco tiempo.
  • Funcionan para todo tipo de ocasión: desde una cena formal hasta un picoteo informal.
  • Son fáciles de transportar: perfectos para llevar a una reunión o picnic.

Incluso podés hacerlos en tamaño mini para fiestas o eventos con mucha gente, porque rinden muchísimo sin necesidad de gastar de más.

Ingredientes necesarios

Para la masa y el armado

  • 1 masa de hojaldre o masa casera estirada
  • Harina extra para estirar

Para el relleno

  • 200 g de ricota fresca, bien escurrida
  • 100 g de salame picado
  • 1 huevo
  • 2 cucharadas de queso rallado (opcional)
  • Pimienta negra a gusto

Para el dorado

  • 1 huevo batido para pincelar

Cómo preparar los bocaditos paso a paso

A continuación te detallo el paso a paso para que te salgan perfectos desde el primer intento. La receta es sencilla, pero como siempre, son los pequeños detalles los que hacen la diferencia.

1. Prepará la masa

Estirá la masa sobre una superficie limpia y ligeramente enharinada.
Buscá un espesor de 2 o 3 mm, que permite que el bocadito quede bien crocante pero sin resultar demasiado grueso.

2. Cortá cuadrados parejos

Con un cuchillo afilado o un cortante, cortá cuadrados de aproximadamente 8 cm por lado.
Este tamaño es ideal: no demasiado grande para que no resulten pesados, y no tan pequeño que cueste cerrar el relleno.

3. Prepará el relleno

En un bol mezclá:

  • ricota (muy bien escurrida para evitar humedad),
  • salame picado finito,
  • huevo,
  • queso rallado si querés darle más sabor,
  • y una pizca de pimienta negra.

Integrá hasta que la mezcla quede cremosa y uniforme. Si la ricota tiene exceso de líquido, dejala en un colador unos minutos antes de usarla.

4. Rellená los bocaditos

Colocá una cucharada generosa del relleno en el centro de cada cuadrado de masa.
No te excedas: demasiado relleno puede hacer que se abran en el horno.

5. Cerrá los bocaditos

Llevá las cuatro puntas hacia el centro, como formando un sobre, y presioná suavemente para sellar.
También podés pellizcar los bordes si preferís un cierre más decorativo.

6. Prepará la bandeja

Acomodá los bocaditos en una placa forrada con papel manteca o apenas enmantecada.

7. Pincelá con huevo

Con ayuda de un pincel de cocina, pintá cada bocadito con un poco de huevo batido para que en el horno se doren de forma pareja y atractiva.

8. Horneá

Llevá al horno precalentado a 200 °C durante 15 a 20 minutos.
Estarán listos cuando la masa esté inflada, dorada y crujiente.

9. Dejá reposar

Al retirarlos, dejalos descansar 5 minutos para que el relleno se asiente y no se desarme al morderlos.

Consejos útiles para que te salgan perfectos

A veces un pequeño tip transforma una receta simple en un resultado profesional. Aquí tenés varios trucos que hacen una gran diferencia:

Mantené la masa fría

El hojaldre sube mejor cuando está frío. Si la masa empieza a calentarse mientras la trabajás, llevála a la heladera unos minutos.

Ricota bien escurrida

Si está muy húmeda, la masa se humedecerá y perderá su crocante.
Escurrila en colador o sobre una servilleta de cocina.

Variedades de rellenos

El salame puede reemplazarse por:

  • jamón
  • panceta
  • longaniza
  • chorizo colorado
  • mortadela

Cada una aporta un toque distinto, pero todas combinan de maravilla con la ricota.

Sabores extra

Si querés potenciar el aroma del relleno, agregá:

  • una pizca de nuez moscada
  • una pizca de ajo en polvo
  • hierbas secas
  • un toque de orégano

Toque brillante

Mezclá la yema del huevo con una cucharadita de leche antes de pincelar. Vas a lograr un dorado espectacular.

¿Querés hacerlos en freidora de aire?

Si preferís evitar el horno o simplemente querés algo aún más rápido, la freidora de aire funciona perfecto.

  • Cociná a 180 °C durante 10 a 12 minutos.
  • Giralos a mitad de cocción para un dorado parejo.

Quedan crocantes, livianos y listos en un abrir y cerrar de ojos.

Ideas para servirlos

Estos bocaditos combinan muy bien con:

  • Queso crema con ciboulette
  • Mayonesa saborizada con ajo
  • Salsa tártara
  • Salsa criolla suave
  • Un dip fresco de yogur y limón

También podés servirlos tibios en una tabla de picada junto con aceitunas, quesos y frutos secos: quedan espectaculares.

¿Se pueden freezar? Sí, y quedan geniales

Tenés dos opciones:

Freezarlos sin cocinar

Armalos, acomodalos separados en una bandeja y llevá al freezer.
Una vez congelados, guardalos en una bolsa hermética.

Para cocinarlos, simplemente llevar al horno directo sin descongelar.

Guardar los ya cocidos

Esperá que enfríen por completo y guardalos en un recipiente hermético.
Duran hasta 3 días en heladera.

Para recalentarlos, bastan unos minutos al horno o freidora.

Versión mini para fiestas

Si necesitás preparar algo rendidor para muchos invitados, hacerlos pequeños es una excelente idea. Usá cortantes de 5 cm y colocá apenas media cucharada de relleno. Quedan delicados, elegantes y rinden muchísimo más.

¿No tenés horno? También podés hacerlos en sartén

Una opción práctica para emergencias:

  1. Calentá una sartén antiadherente con tapa.
  2. Colocá los bocaditos con la apertura hacia arriba.
  3. Cociná a fuego bajo hasta que doren por debajo.
  4. Tapá para que el calor termine de cocinar la masa.
  5. Dálos vuelta suavemente para dorar el otro lado.

No quedan tan inflados como en el horno, pero sí muy sabrosos.

Un bocado irresistible que siempre queda bien

Estos bocaditos de salame y ricota son la prueba de que con pocos ingredientes se pueden lograr platos deliciosos, caseros y con sabor a comida hecha con cariño. En solo 20 minutos conseguís un snack perfecto para cualquier momento del día: rápido, económico, versátil y con una textura que enamora.

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