Bolitas de Butterfinger

Las Bolitas de Butterfinger son uno de esos postres irresistibles que combinan sencillez, sabor y una textura absolutamente adictiva. Inspiradas en las clásicas barras de Butterfinger —famosas por su interior crujiente de mantequilla de cacahuete— estas bolitas llevan esa magia a un formato fácil de preparar, sin necesidad de horno y perfecto para regalar, compartir en fiestas o simplemente disfrutar cuando antoja algo dulce.

La base de estas bolitas mezcla mantequilla de cacahuete cremosa, mantequilla suave, azúcar glas y migas de galleta graham para crear una masa aterciopelada pero con cuerpo. A este centro suave se le añaden trocitos crujientes de Butterfinger triturado, lo que aporta ese inconfundible sabor caramelizado que hace tan especial a esta chocolatina. Y para coronarlo, cada bolita se sumerge en chocolate derretido, creando una capa fina y brillante que equilibra perfecto el contraste entre cremosidad, crocantez y dulzor.

El resultado final: bocaditos caseros que parecen comprados en una chocolatería, pero que puedes preparar en casa con ingredientes básicos y en menos de lo que imaginas.

Ingredientes

  • 4 cucharadas (56 g) de mantequilla sin sal, ablandada
  • 1 cucharadita de extracto puro de vainilla
  • 1 taza (240 g) de mantequilla de maní cremosa (Jif, Skippy o similar para mejor textura)
  • 1 taza (120 g) de azúcar glas tamizado
  • ¾ taza (75 g) de migas de galletas graham (aprox. 6 galletas trituradas)
  • ½ taza (50 g aprox.) de barras Butterfinger trituradas (2–3 barras)
  • 225 g (8 oz) de chocolate para derretir, corteza o chispas
  • Opcional: Butterfinger adicional triturado, chispas de colores o sal marina gruesa para decorar

Cómo preparar Bolitas de Butterfinger

1. Mezclar la base cremosa

En un bol grande, bate la mantequilla ablandada junto con la mantequilla de maní hasta obtener una mezcla cremosa, suave y sin grumos. Raspa los bordes del recipiente para asegurar que todo quede bien incorporado.

2. Añadir vainilla y azúcar glas

Vierte la cucharadita de vainilla y mezcla.
Agrega el azúcar glas poco a poco, en dos o tres tandas, para que la mezcla mantenga una textura manejable. Al finalizar, debes tener una masa suave que mantenga su forma cuando la presiones.

3. Incorporar las migas y el Butterfinger

Añade las migas de galleta graham y los trozos triturados de Butterfinger. Mezcla con una espátula o cuchara hasta distribuir todo de manera uniforme.
Si lo deseas, reserva un puñado de Butterfinger triturado para decorar al final.

4. Formar las bolitas

Con una cuchara medidora de 1 a 1½ cucharadas (o una cuchara para helado pequeña), toma porciones iguales de masa. Enróllalas entre las manos hasta darles forma redonda.
Colócalas sobre una bandeja cubierta con papel vegetal.

Refrigera o congela de 20 a 30 minutos para que se pongan firmes. Este paso es clave para que no se deformen al sumergirlas en el chocolate.

5. Derretir el chocolate

Derrite el chocolate en el microondas en intervalos de 20–30 segundos, removiendo entre cada uno hasta que quede completamente liso.
También puedes hacerlo al baño maría para mayor control.

Tip profesional:
Si quieres un acabado brillante y con ese “crack” al morder, puedes templar el chocolate antes de usarlo.

6. Bañar las bolitas

Con un tenedor, sumerge cada bolita fría en el chocolate derretido.
Golpea ligeramente el tenedor contra el borde del recipiente para eliminar el exceso.
Colócalas de nuevo sobre el papel vegetal y, si deseas, espolvorea por encima Butterfinger triturado, sal marina o chispas decorativas antes de que el chocolate endurezca.

7. Enfriar y fijar la cobertura

Refrigera de 10 a 20 minutos hasta que el chocolate haya endurecido completamente.
Si buscas un acabado más brillante, déjalas reposar primero a temperatura ambiente unos minutos antes de enfriarlas.

8. Servir y almacenar

Puedes disfrutarlas frías o a temperatura ambiente.
Para guardarlas, utiliza un recipiente hermético y separa capas con papel vegetal.

Solución de problemas comunes

La mezcla está muy pegajosa

Añade 1 o 2 cucharadas extra de azúcar glas o un poco más de galleta graham (1 cucharada por vez) hasta que puedas formar bolitas sin que se peguen demasiado.

La mezcla está seca o se desmorona

Incorpora 1–2 cucharaditas de mantequilla ablandada o una cucharadita extra de mantequilla de maní.

El Butterfinger pierde su textura crujiente

Tritura justo antes de mezclar y no lo integres demasiado para que queden algunos trozos grandes.
Añadirlo cuando la masa ya casi está lista ayuda a que no absorba humedad.

El chocolate se endurece o se corta

Asegúrate de que los utensilios estén completamente secos.
Si se vuelve granuloso, añade 1 cucharadita de aceite neutro (vegetal o aceite de coco refinado) y mezcla.
Si no se recupera, derrite chocolate fresco.

La cobertura se agrieta

Puede deberse a choque térmico entre el chocolate caliente y la bolita demasiado fría.
Deja reposar las bolitas 5–10 minutos fuera del refrigerador antes de bañarlas.

Cómo almacenar y preparar con anticipación

Refrigerador

Duran hasta 1 semana en un recipiente hermético, separadas con papel vegetal para evitar que se peguen.

Congelador

Se congelan muy bien.
Congela primero sobre una bandeja y luego transfiérelas a una bolsa o recipiente apto para congelar.
Duración: 5–6 meses.
Descongelar durante la noche en el refrigerador.

Para preparar antes

Puedes hacer los centros con hasta 3 días de anticipación y mantenerlos refrigerados; báñalos en chocolate el día de servir para un acabado fresco y brillante.

Por qué esta receta funciona tan bien

La clave está en el equilibrio de grasas y secos:

  • la mantequilla de cacahuete y la mantequilla aportan cremosidad;
  • el azúcar glas absorbe el exceso de aceite y da estructura;
  • las galletas graham contrarrestan el dulzor;
  • el Butterfinger triturado añade ese toque crujiente y acaramelado que hace única a esta receta.

Enfriar las bolitas antes de bañarlas garantiza una cobertura limpia y profesional.

Consejos de experto

  • Tamaño perfecto: usa una cuchara para galletas para obtener bolitas uniformes.
  • Más crujido: reserva trozos grandes de Butterfinger para decorar por encima.
  • Chocolate profesional: si quieres un acabado digno de pastelería, templa el chocolate.
  • Sabor personalizado: añade una pizca de espresso instantáneo al chocolate derretido para un toque moca, o mezcla maní tostado picado en la masa.
  • Versión sin frutos secos: reemplaza la mantequilla de cacahuete por mantequilla de semillas de girasol y revisa etiquetas para asegurarte de que los ingredientes sean “nut-free”.

    Información nutricional (aproximada)
    Por bolita (20 unidades):
    Calorías: ~140
    Grasa: 9–10 g
    Carbohidratos: 12–14 g
    Proteína: 3–4 g

    Notas finales
    Para obtener la textura ideal, usa mantequilla de cacahuete cremosa convencional (Jif o Skippy).
    Si usas mantequilla natural, reduce ligeramente la cantidad y aumenta las galletas graham o azúcar glas.
    Estas Bolitas de Butterfinger son un postre fácil, rápido y deliciosamente adictivo. Perfectas para preparar en grandes cantidades, regalar en ocasiones especiales o disfrutar como un capricho dulce en cualquier momento del día.

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