Si hay algo que todos amamos en la cocina casera, es ese aroma cálido y reconfortante del pan recién horneado. Pocos placeres se comparan con abrir el horno y ver cómo se doran suavemente unos bollitos tiernos, mantequillosos y listos para acompañar cualquier comida. Y entre todas las recetas clásicas, hay una que destaca por su simplicidad, elegancia y suavidad excepcional: los Rollos Parker House, también conocidos como Parker House Rolls.
Estos rollos nacieron en un histórico hotel de Boston en el siglo XIX, y desde entonces se han convertido en un ícono del pan casero americano. ¿Su secreto? Una masa ligeramente dulce, mucho mimo al amasado y un toque de mantequilla antes y después del horneado que les da esa textura tan característica: dorados por fuera, suaves como una nube por dentro.
En este artículo te guiaré paso a paso para que puedas prepararlos en casa sin complicaciones. Usamos ingredientes simples —probablemente ya los tienes en tu cocina— y un método que incluso principiantes pueden dominar. Además, te compartiré trucos, variaciones y recomendaciones para que siempre te queden espectaculares.
Prepárate para enamorarte de este clásico pan casero.
🥐 Ingredientes que necesitarás
Antes de comenzar, asegúrate de tener todos los ingredientes a mano. La organización previa hace que el proceso sea más fluido y garantiza mejores resultados.
- 240 ml (1 taza) de leche tibia
- 7 g (2 cucharaditas) de levadura seca
- 60 g (¼ de taza) de mantequilla derretida
- 50 g (¼ de taza) de azúcar
- 7 g (1 cucharadita) de sal
- 1 huevo
- 375 g (3 tazas) de harina de trigo todo uso
Todos estos ingredientes trabajan juntos para dar a los rollos su característica suavidad. La leche aporta humedad, la mantequilla le da sabor y ternura, el azúcar ayuda a dorarlos y la levadura hace su magia para que la masa crezca y se vuelva aireada.
👩🍳 Preparación Paso a Paso: Cómo lograr los Parker Rolls perfectos
1. Activar la levadura: el paso que da vida al pan
En un bol mediano, mezcla la leche tibia con la levadura seca y la mitad del azúcar. Remueve suavemente y deja reposar de 5 a 10 minutos, o hasta que la mezcla forme burbujas o una capa espumosa en la superficie.
Este paso es esencial: indica que la levadura está activa y lista para fermentar la masa.
Consejo: Si no aparece espuma, puede que la levadura esté caducada o que la leche esté demasiado caliente. En ese caso, intenta nuevamente.
2. Preparar la mezcla de mantequilla y huevo
En otro recipiente, coloca la mantequilla derretida, el azúcar restante, la sal y el huevo. Bate bien hasta obtener una mezcla homogénea.
Esta combinación aporta suavidad, sabor y estructura a los rollos.
Cuando esté listo, vierte la mezcla de levadura activada. Al integrar ambos preparativos, ya tienes la base líquida de la masa.
3. Incorporar la harina y amasar hasta obtener una masa lisa
En un bol grande o en una superficie limpia, coloca la harina. Haz un hueco en el centro e incorpora la mezcla líquida. Comienza a mezclar con una cuchara o con las manos hasta que todo se una.
Llegará un punto donde deberás amasar. Hazlo durante unos 10 minutos, o hasta que la masa se sienta suave, elástica y ligeramente pegajosa. Ese es el punto ideal.
Truco experto: Si usas amasadora eléctrica, bastarán 6 a 8 minutos en velocidad media-baja.
¿La masa está demasiado pegajosa? Añade solo una cucharada de harina a la vez para no endurecer el pan.
¿Está muy seca? Rocía un poco de agua o leche.
4. Primer levado: donde la magia ocurre
Forma una bola con la masa lista y colócala en un bol engrasado. Cubre con papel plástico o un paño limpio. Déjala reposar en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que doble su tamaño.
Este es uno de los momentos más satisfactorios al hacer pan: cuando ves la masa crecer y volverse aireada. Se siente vivo.
Tip: Si hace frío, coloca la masa dentro del horno apagado con la luz encendida. El calor suave acelera el proceso.
5. Dividir y formar los rollos
Cuando la masa haya levado, presiona suavemente para desgasificarla. Luego divídela en dos partes iguales.
Estira cada mitad con un rodillo hasta formar un rectángulo uniforme. Después, corta cada rectángulo en 9 cuadrados iguales. Esto te dará un total de 18 rollos.
Para darles su forma clásica:
- Toma cada cuadrado.
- Dóblalo cuidadosamente por la mitad.
Este doblez no solo es estético, sino que crea capas internas que se abren ligeramente al hornear, dando una textura más suave todavía.
6. Segundo levado: volumen extra para rollos irresistibles
Coloca los rollos doblados en un molde previamente enmantequillado y enharinado, preferentemente uno de 28×22 cm. Déjalos con un poco de espacio entre sí; durante el levado se unirán suavemente y crearán ese aspecto de pan “arracimado” tan típico.
Cubre nuevamente y deja reposar 1 hora, o hasta que se vean esponjosos y hayan aumentado de tamaño.
Este segundo levado es crucial para obtener rollos ligeros como una nube.
7. Hornear: el momento más esperado
Una vez levados, pincela generosamente la superficie con mantequilla derretida. Esto les dará un tono dorado perfecto y un aroma irresistible.
Espolvorea una pizca de sal en escamas por encima para realzar el sabor.
Hornea a 180°C / 350°F durante 25 a 30 minutos, o hasta que estén dorados y firmes al tacto.
Al sacarlos del horno, vuelve a pincelar con mantequilla. Este último toque los hace brillantes, jugosos y aún más deliciosos.
✨ Por qué estos rollos son tan especiales
Los Parker House Rolls tienen una estructura única: son ligeros, ligeramente dulces, suaves y con un aroma mantequilloso que enamora. Cada bocado se siente reconfortante. Son perfectos para acompañar sopas, guisos, carnes asadas o incluso para preparar mini sándwiches.
Su textura es resultado de tres factores clave:
- Una masa bien hidratada: gracias a la leche y la mantequilla.
- Un buen amasado: que activa el gluten y da elasticidad.
- Dos levados completos: que aportan volumen y ligereza.
🌟 Variaciones que puedes probar
Aunque la receta clásica es maravillosa, aquí tienes algunas ideas para personalizarlos:
• Rollos ajo-mantequilla
Agrega ajo en polvo a la masa o mezcla mantequilla con ajo fresco picado para pintar los rollos después del horneado.
• Rollos de hierbas
Añade romero, tomillo o perejil a la masa para un toque aromático.
• Rollos dulces
Incorpora una cucharada extra de azúcar y rellénalos con un poco de mermelada antes de doblarlos.
• Rollos integrales
Sustituye una taza de harina por harina integral. Quedan más densos, pero igual deliciosos.
🧊 Cómo conservarlos y recalentarlos
Una vez fríos, guarda los rollos en un recipiente hermético. Se mantienen frescos 2 a 3 días.
Para recalentarlos:
- Colócalos en el horno a 150°C durante 5–7 minutos.
- O mételos al microondas por 10–15 segundos envueltos en una servilleta.
También puedes congelarlos ya horneados hasta por 2 meses. Solo descongela y calienta antes de servir.
🥖 Conclusión: un pan casero que enamora
Los Rollos de la Casa Parker son mucho más que un pan: son una experiencia. Su suavidad, su aroma y su sabor los convierten en el complemento ideal para cualquier mesa. Además, son fáciles de preparar y funcionan perfectos tanto para principiantes como para panaderos caseros más experimentados.
No necesitas técnicas complejas ni ingredientes raros. Solo un poco de tiempo, paciencia y muchas ganas de disfrutar pan recién horneado.