Hay recetas que se quedan grabadas en nuestra memoria culinaria desde la primera vez que las probamos. Entre ellas, los buñuelos de patata ocupan un lugar especial. Son sencillos, económicos, reconfortantes y, sobre todo, irresistiblemente crujientes cuando se preparan correctamente. Si a eso le añadimos una salsa fresca y aromática hecha con crema agria y hierbas, el resultado es un plato tan equilibrado como delicioso.
En esta versión renovada te presento una receta que combina tradición con pequeños trucos para elevar este clásico a un nivel superior. Ya sea como aperitivo, acompañamiento o plato principal en una mesa informal, estos buñuelos se convertirán en un nuevo favorito en tu repertorio culinario.
🥔 Ingredientes esenciales para una receta perfecta
Antes de ponernos manos a la obra, vamos a revisar los ingredientes que hacen posible esta maravilla crujiente. Son ingredientes simples, probablemente ya tengas la mayoría en casa, y eso es parte de la magia de esta receta.
Para los buñuelos
- 4 patatas grandes de color rojizo, peladas y ralladas
- 1 cebolla pequeña, rallada
- 2 huevos grandes
- 1/4 taza de harina para todo uso
- 1 cucharadita de sal
- 1/2 cucharadita de pimienta negra
- Aceite vegetal para freír
Para la salsa de hierbas
- 1 taza de crema agria
- 2 cucharadas de eneldo fresco picado
- 1 cucharada de perejil picado
- 1 diente de ajo picado
- 1/2 cucharadita de jugo de limón
- Sal y pimienta al gusto
- (Opcional) Una pizca de pimentón ahumado para decorar
Con estos ingredientes tan fáciles de encontrar, lograrás una receta digna de restaurante que puedes preparar en menos de lo que imaginas.
🔪 Paso a paso: Cómo preparar los mejores buñuelos de patata
La técnica es fundamental para obtener unos buñuelos crujientes por fuera y tiernos por dentro. A continuación, te detallo cada paso para que consigas el resultado perfecto desde la primera vez.
1. Rallar y escurrir: el truco para la crujencia total
Comienza pelando las patatas y rallándolas usando un rallador de agujeros medianos. Haz lo mismo con la cebolla. Este combo aporta sabor, jugosidad y una textura increíble.
Ahora viene uno de los pasos más importantes: eliminación de humedad.
Coloca la mezcla en un paño de cocina o gasa y exprímelo con fuerza hasta que casi no caiga agua. Si crees que ya has quitado suficiente, repite el proceso. La diferencia entre un buen buñuelo y uno excelente suele estar en esta fase crucial.
2. Crear una mezcla uniforme y sabrosa
En un bol grande, mezcla las patatas y la cebolla escurridas con los huevos, la harina, la sal y la pimienta. La mezcla debe quedar pegajosa, cohesiva y lo suficientemente firme como para formar montoncitos que mantengan su forma.
Si la notas demasiado húmeda, agrega una cucharada adicional de harina. Si está demasiado densa, un toque mínimo de agua la equilibrará.
3. Freír hasta obtener perfección dorada
Calienta unos 6 mm de aceite vegetal en una sartén amplia a fuego medio. Necesitas suficiente aceite para freír, pero no tanto como para sumergir completamente los buñuelos.
Para comprobar si el aceite está listo, introduce un pequeño trozo de mezcla: debe chisporrotear al instante.
Añade cucharadas colmadas de la mezcla y aplánalas ligeramente con una espátula para darles forma de pequeñas tortitas. Fríe durante 3 a 4 minutos por cada lado, hasta que estén doradas y crujientes. Colócalas en una rejilla o sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
🌿 La salsa de crema agria y hierbas: fresca, aromática y perfecta
Mientras los buñuelos se cocinan, prepara la salsa que los elevará al siguiente nivel. Esta salsa es fresca, cremosa y llena de sabores herbales que contrastan a la perfección con la calidez y crujencia de los buñuelos.
Cómo hacerla: fácil y deliciosa
En un tazón pequeño, combina la crema agria, el eneldo, el perejil, el ajo picado y el jugo de limón. Añade una pizca de sal y un toque de pimienta al gusto. Remueve bien para integrar todos los ingredientes.
Lleva la salsa al refrigerador durante 10 minutos. Este breve reposo permite que las hierbas suelten todo su aroma y la mezcla se vuelva aún más cremosa.
Si buscas darle un toque de color y un aroma ahumado irresistible, espolvorea un poco de pimentón ahumado justo antes de servir.
🍽️ Cómo servir y disfrutar tus buñuelos
Los buñuelos están en su punto ideal cuando se sirven calientes y recién hechos. Colócalos en una fuente, acompaña con un cuenco generoso de salsa de hierbas y prepárate para disfrutar de una combinación espectacular de texturas.
Puedes servirlos como aperitivo, como acompañamiento de un plato principal o incluso como snack especial en una tarde relajada. También quedan perfectos en brunch, picoteos improvisados y reuniones familiares.
🛠️ Solución de problemas y consejos expertos
Incluso una receta simple como esta puede presentar pequeños desafíos. Aquí tienes una guía práctica para evitar problemas comunes y mejorar tus resultados.
¿Buñuelos blandos o aguachentos?
Probablemente no exprimiste suficiente la mezcla. Recuerda:
- Exprime al menos dos veces.
- Mantén el aceite a temperatura constante.
- Evita sobrecargar la sartén.
Cuando la temperatura del aceite baja, los buñuelos absorben grasa y pierden crocancia.
Fritura por lotes: cómo mantenerlos calientes y crujientes
Si estás preparando muchos, coloca los buñuelos ya cocidos sobre una rejilla dentro del horno precalentado a 95 °C (200 °F).
Esto evita que se humedezcan y mantiene su textura perfecta mientras fríes el resto.
Añadidos opcionales para llevar la receta más lejos
La receta básica es estupenda, pero puedes personalizarla:
- Añade queso cheddar rallado para un toque más sabroso.
- Incorpora calabacín rallado (bien escurrido) para una versión más ligera.
- Usa cebollino picado para un aroma fresco y suave.
- Agrega pimentón dulce o curry para variar el sabor.
Versión saludable en freidora de aire
Si prefieres evitar la fritura tradicional, esta receta funciona muy bien en la airfryer:
- Forma los buñuelos y úntalos ligeramente con aceite.
- Cocínalos a 190 °C (375 °F) durante 10-12 minutos.
- Dales la vuelta a mitad del tiempo.
El resultado es sorprendentemente similar al de la versión frita: crujientes, dorados y deliciosos.
Cómo recalentar sin perder la magia
Nunca uses el microondas para recalentarlos, ya que los vuelve blandos.
La mejor manera es calentarlos en el horno a 175 °C (350 °F) durante 8-10 minutos. Quedarán como recién hechos.