Introducción
Hay recetas que simplemente nos hacen sentir en casa desde el primer bocado. Platos que combinan aromas familiares, texturas cremosas y sabores intensos que reconfortan el cuerpo y el alma. Estos bocados de pollo con mantequilla de ajo y pasta cremosa de parmesano pertenecen exactamente a esa categoría.
Es una preparación perfecta para quienes buscan algo rápido pero especial, ideal tanto para una cena entre semana como para una ocasión más elegante sin pasar horas en la cocina. El pollo queda jugoso y dorado, impregnado de una mantequilla perfumada con ajo, mientras que la pasta se envuelve en una salsa suave, rica y sedosa hecha a base de crema, parmesano y caldo de pollo.
Lo mejor de todo es que esta receta se prepara en pocos pasos, usando ingredientes fáciles de conseguir y técnicas sencillas, logrando un resultado que recuerda a esos platos irresistibles de tu restaurante italiano favorito. Si eres amante de la comida cremosa, el ajo y el queso, este plato seguramente se convertirá en uno de tus favoritos.
Ingredientes
Para los bocados de pollo con mantequilla de ajo
- 1 libra (aprox. 450 g) de pechugas de pollo deshuesadas y sin piel, cortadas en trozos del tamaño de un bocado
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 4 cucharadas de mantequilla sin sal
- 4 dientes de ajo finamente picados
- Sal y pimienta al gusto
- 1 cucharadita de condimento italiano
- Perejil fresco picado (opcional, para decorar)
Para la pasta cremosa de parmesano
- 12 oz (aprox. 340 g) de fettuccine o la pasta de tu preferencia
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 dientes de ajo picados
- 1 taza de crema espesa
- 1 taza de queso parmesano recién rallado
- ½ taza de caldo de pollo
- Sal y pimienta al gusto
- Mantequilla de ajo adicional (opcional, para servir)
Instrucciones Detalladas
1. Cocinar la pasta
Comienza poniendo a hervir una olla grande con abundante agua y una buena cantidad de sal. Recuerda que la pasta debe cocinarse en agua bien salada para potenciar su sabor desde el principio.
Cuando el agua esté en ebullición, agrega la pasta y cocínala siguiendo las instrucciones del paquete hasta que esté al dente, es decir, cocida pero firme al morder. Antes de escurrirla, reserva aproximadamente media taza del agua de cocción, ya que será clave para ajustar la textura de la salsa más adelante. Escurre y reserva la pasta.
2. Preparar los bocados de pollo
Mientras se cocina la pasta, sazona los trozos de pollo con sal, pimienta y el condimento italiano, asegurándote de que queden bien cubiertos por todos lados.
Calienta el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, agrega el pollo en una sola capa. Evita sobrecargar la sartén; si es necesario, cocina el pollo en tandas para lograr un dorado uniforme.
Cocina durante 4 a 6 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que el pollo esté bien dorado por fuera y completamente cocido por dentro. Una vez logrado esto, agrega la mantequilla y el ajo picado. Saltea durante 1 o 2 minutos más, removiendo constantemente para que el ajo no se queme y el pollo se impregne de toda la mantequilla aromática.
Retira el pollo de la sartén y resérvalo. No limpies la sartén, ya que los restos de mantequilla y ajo servirán como base de la salsa.
3. Preparar la salsa cremosa de parmesano
En la misma sartén, añade las 2 cucharadas de mantequilla y deja que se derritan a fuego medio. Incorpora el ajo picado y sofríe durante unos 30 segundos, solo hasta que esté fragante.
Agrega el caldo de pollo y la crema espesa, mezclando bien para integrar todos los sabores. Mantén el fuego medio-bajo y comienza a añadir el parmesano rallado poco a poco, removiendo constantemente hasta que se derrita por completo y se forme una salsa cremosa, homogénea y brillante.
Ajusta la sal y la pimienta al gusto. Si notas que la salsa está muy espesa, puedes añadir un poco del agua de la pasta reservada para suavizarla.
4. Combinar todos los elementos
Incorpora la pasta cocida a la salsa de parmesano y mezcla cuidadosamente hasta que quede bien cubierta. Añade más agua de cocción si es necesario para lograr una textura sedosa y fluida.
Devuelve los bocados de pollo con mantequilla de ajo a la sartén y mezcla suavemente para que se integren con la pasta y la salsa. Cocina todo junto durante 1 o 2 minutos más para que los sabores se fusionen por completo.
5. Servir
Sirve inmediatamente mientras está bien caliente. Si lo deseas, rocía con un poco más de mantequilla de ajo y espolvorea perejil fresco picado por encima para un toque de color y frescura. Acompaña con pan de ajo, una ensalada verde o verduras asadas al gusto.
Cómo Hacerlo (Resumen Rápido)
- Cocina la pasta y reserva agua de cocción
- Dora los bocados de pollo
- Añade mantequilla y ajo
- Prepara la salsa cremosa de parmesano
- Combina pasta y pollo
- Decora y sirve
Variaciones para Personalizar la Receta
- Versión picante: añade hojuelas de chile rojo o una pizca de pimienta cayena al pollo para un toque atrevido.
- Más vegetales: incorpora espinaca fresca, brócoli al vapor o champiñones salteados a la pasta.
- Extra queso: mezcla parmesano con mozzarella o asiago para una salsa aún más cremosa.
- Cambio de proteína: sustituye el pollo por camarones, salmón o incluso tofu para una versión diferente.
- Con limón: un chorrito de jugo de limón al final aporta frescura y equilibra la cremosidad.
Consejos Clave para un Resultado Perfecto
- No amontones el pollo al dorarlo; una buena corteza aporta más sabor.
- Usa parmesano recién rallado para evitar que la salsa se vuelva granulosa.
- Ajusta siempre la consistencia con agua de la pasta para un acabado estilo restaurante.
- Cocina a fuego medio-bajo al preparar la salsa para evitar que la crema se corte.
- Combinar mantequilla y aceite de oliva mejora el sabor y evita que la mantequilla se queme.
Conclusión
Cremosos, aromáticos y absolutamente irresistibles, estos bocados de pollo con mantequilla de ajo y pasta cremosa de parmesano son la definición perfecta de comida reconfortante. Su preparación sencilla, junto con su sabor intenso y textura sedosa, los convierte en una opción ideal para cualquier ocasión.