Receta Completa de la Cebolla Floreciente al Estilo Outback Steakhouse

Crujiente, dorada, especiada y con una salsa irresistible

Si alguna vez has visitado Outback Steakhouse, seguro conoces su icónico aperitivo Bloomin’ Onion, una cebolla gigante cortada en forma de flor, rebozada en una mezcla especiada y frita hasta alcanzar una textura increíblemente crujiente. Es un plato que enamora desde el primer bocado: por fuera dorado y crocante, y por dentro suave y lleno de sabor.

La buena noticia es que no tienes que ir a un restaurante para disfrutar de esta delicia. En esta guía detallada te enseño a recrear la famosa cebolla floreciente desde cero, con instrucciones claras, trucos infalibles y una salsa casera que sabe igual o incluso mejor que la original. Es perfecta para compartir durante un partido, una reunión familiar, una noche de cine o cualquier ocasión en la que quieras sorprender con un aperitivo espectacular.

🧅 Ingredientes necesarios

Para la cebolla floreciente

  • 1 cebolla dulce grande (Vidalia o cebolla española recomendada)
  • 2 tazas de harina de trigo para todo uso
  • 1 cucharada de pimentón dulce
  • 1 cucharadita de ajo en polvo
  • 1 cucharadita de cebolla en polvo
  • 1 cucharadita de pimienta de cayena (puedes ajustar al gusto)
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra
  • 2 huevos grandes
  • 1 taza de leche entera
  • Aceite vegetal suficiente para freír (7 a 10 cm de profundidad)

Para la salsa especial casera

  • 1/2 taza de mayonesa
  • 2 cucharadas de kétchup
  • 1 cucharada de rábano picante preparado
  • 1/2 cucharadita de pimentón
  • 1/4 cucharadita de sal
  • 1/4 cucharadita de pimienta negra
  • 1/4 cucharadita de pimienta de cayena

Esta salsa es cremosa, ligeramente picante y ácida, y combina perfectamente con la textura crujiente de la cebolla.

🔪 Paso a paso para preparar tu cebolla floreciente perfecta

⭐ Parte 1: Preparar y cortar la cebolla

Este es el paso más importante, ya que de él depende que tu cebolla tome esa forma espectacular de flor abierta.

  1. Retirar la cáscara y cortar la parte superior:
    Quita la piel exterior de la cebolla. Corta aproximadamente 1,25 cm de la parte superior, que es el extremo contrario a la raíz. La raíz debe mantenerse intacta, porque es lo que evitará que los pétalos se desprendan al abrirla.
  2. Colocar la cebolla en la posición adecuada:
    Pon la cebolla con el lado cortado hacia abajo, apoyada firmemente sobre la tabla, y deja la raíz hacia arriba.
  3. Hacer los cortes de los pétalos:
    Con un cuchillo afilado, comienza a hacer cortes descendentes desde 1,25 cm de distancia de la raíz.
    Corta hasta el fondo, llegando a la tabla, para formar secciones.
    Haz este corte alrededor de toda la cebolla hasta lograr entre 16 y 20 pétalos.
  4. Abrir la cebolla cuidadosamente:
    Dale la vuelta y, con los dedos, separa suavemente los pétalos externos.
    No los abras demasiado; solo lo suficiente para permitir que el rebozado penetre más adelante.

Un truco muy útil es enfriar la cebolla durante 15 a 20 minutos en el congelador antes de cortarla, ya que esto la vuelve más firme y facilita obtener cortes más precisos.

⭐ Parte 2: Preparar las mezclas de rebozado

❗ La clave del éxito: una mezcla bien sazonada y un doble rebozado perfecto.

Preparar la mezcla seca (harina sazonada):

En un tazón grande mezcla:

  • Harina
  • Pimentón
  • Ajo en polvo
  • Cebolla en polvo
  • Pimienta de cayena
  • Sal
  • Pimienta negra

La combinación de estas especias aporta ese sabor característico, con un equilibrio entre lo ahumado, lo picante y lo aromático.

Preparar la mezcla húmeda:

En otro recipiente, bate los huevos junto con la leche hasta formar una mezcla homogénea. Esta mezcla ayuda a que el rebozado se adhiera y le da más volumen y textura a la corteza.

⭐ Parte 3: Rebozar la cebolla correctamente

Para obtener una cebolla perfectamente crujiente, no basta con pasarla solo por harina. Debes seguir tres pasos claves:

1. Primer rebozado en harina

Coloca la cebolla boca arriba en el bol grande con harina sazonada.
Usa tus manos para cubrir bien cada pétalo, asegurándote de que la mezcla llegue tanto al exterior como al interior.
Sacude ligeramente el exceso de harina.

2. Baño en la mezcla húmeda

Sumerge la cebolla en la mezcla de huevo y leche.
Con una cuchara o tus manos, deja que la mezcla penetre entre los pétalos.
Deja que escurra el excedente.

3. Segundo rebozado en harina

Vuelve a colocar la cebolla en la mezcla de harina.
Presiona la harina suavemente contra cada pétalo.
Este paso crea la corteza gruesa y muy crujiente característica de la Bloomin’ Onion.

⭐ Parte 4: Freír la cebolla como un profesional

1. Preparar el aceite

Calienta en una freidora o una olla profunda suficiente aceite vegetal como para cubrir la cebolla casi por completo.
La temperatura ideal es 190 °C (375 °F).
Usar un termómetro de cocina es fundamental porque si el aceite está muy frío, la cebolla absorberá más grasa; si está muy caliente, se quemará por fuera sin cocinarse por dentro.

2. Freír con seguridad

Con la ayuda de una espumadera grande o una cuchara de araña, introduce la cebolla con la raíz hacia arriba.
Esto permite que los pétalos se abran hacia el fondo y se frían de forma uniforme.
Fríe durante 5 a 7 minutos, hasta que esté dorada y crujiente.

3. Escurrir el exceso de aceite

Retira la cebolla y colócala sobre una rejilla o sobre toallas de papel absorbente para eliminar el aceite sobrante.
Déjala reposar un par de minutos antes de servir.

⭐ Parte 5: Preparar la salsa Blooming y servir

Mientras la cebolla se fríe, prepara la salsa mezclando:

  • Mayonesa
  • Kétchup
  • Rábano picante
  • Pimentón
  • Sal
  • Pimienta negra
  • Pimienta de cayena

Mezcla hasta obtener una salsa suave y homogénea.

Una vez lista la cebolla, colócala sobre un plato grande y pon la salsa en un cuenco pequeño en el centro de la flor.
Esto permite que cada pétalo pueda mojarse fácilmente.

💡 Consejos expertos para que tu cebolla salga perfecta

❄️ 1. Enfriar la cebolla facilita el corte

Una cebolla firme se corta mejor y mantiene la forma sin romperse.

🍽️ 2. No omitas el doble rebozado

Es la técnica que asegura ese acabado crujiente que tanto gusta.

🌡️ 3. Controla la temperatura del aceite

Si el aceite baja demasiado, el rebozado quedará grasoso.
Ajusta la potencia del fuego constantemente.

🔥 4. Versión más ligera sin freír

Si deseas una opción más saludable:

  • Coloca la cebolla rebozada sobre una bandeja forrada.
  • Rocíala bien con aceite en spray.
  • Hornéala a 200 °C (400 °F) de 25 a 30 minutos, hasta dorarse.

Queda menos crujiente que la frita, pero igual deliciosa.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *